martes, 14 de febrero de 2012

AMOR ETERNO

Era el día de San Valentín y se amaban. Cogidos de la mano, parándose cada dos pasos para mirarse a los ojos y besarse, llegaron hasta el centro del puente. Contemplaron el río como si fuera un milagro, creado solo para ellos. Permanecieron así, abrazados un momento eterno, hasta que él se soltó suavemente y sacó el candado de su bolsillo.

-¿Para siempre? –preguntó.

-Para siempre, amor –respondió ella, tendiéndole la llavecita.

Él cerró el candado en torno a la pasarela del puente y juntos tiraron la llave al río.

Se besaron de nuevo, largamente. Él la miró con ternura a los ojos mientras le acariciaba la mejilla por la que rodaba una lágrima de felicidad. Luego, se separó de ella y echó a andar hacia la orilla.

Ella intentó seguirle, pero un fuerte tirón la impidió continuar. Asombrada, se dio cuenta de que una cadena la mantenía firmemente unida al candado.